Utilizamos la expresión "afrontamiento positivo para superar la violencia" porque queremos romper con los enfoques basados ​​únicamente en la alarma, la culpabilización o la reacción punitiva. Esta mirada nos invita a ver la violencia no sólo como un hecho a erradicar, sino como una señal a entender y transformar. Poner el foco en el afrontamiento positivo significa destacar las fortalezas de las personas y comunidades, fomentar la resiliencia, la empatía y la capacidad de actuar de manera constructiva ante el conflicto.

Es una apuesta por generar espacios de cuidado, reparación y aprendizaje, donde todas las partes implicadas —incluyendo quien desempeña los roles de víctima, agresores/as y espectadores/as— puedan ser parte de la solución. Esta perspectiva, alineada con el modelo saludogénico y restaurativo de la Plataforma PDA, permite que la ciencia se convierta en una herramienta de bienestar, no sólo de diagnosis. Por eso, “afrontamiento positivo” no es un eslogan: es una forma de mirar, comunicar y transformar la realidad con esperanza y responsabilidad compartida.

Recursos desde la evidencia científica

En el abordaje del bullying y otras formas de violencia, la evidencia científica es nuestro faro. Nos ayuda a entender qué funciona, por qué funciona y cómo aplicarlo con ética y eficacia. A menudo, las emociones, la prisa o el desconocimiento pueden llevar a respuestas improvisadas o ineficientes. Pero cuando nos basamos en estudios rigurosos, en datos contrastados y en experiencias validadas, podemos construir soluciones más seguras, más justas y transformadoras.

No se trata sólo de “hacer algo”, sino de hacer lo que realmente ayuda: favorecer el bienestar, proteger derechos, reparar daños y fortalecer la convivencia. Por eso, en CiènciaEscut transformamos la investigación en recursos que llegan, que conmueven y que activan, siempre con una mirada humana y profesional.

Basarnos en la ciencia no nos aleja de las personas. Por el contrario: nos acerca mejor a sus necesidades reales. Porque sólo con conocimiento podemos cuidar mejor.

Ejemplo relacionado con la importancia de hablar y apoyar:

Recursos en colaboración, la Red PDA

En CiènciaEscut creemos que los recursos realmente útiles no nacen aislados, sino en comunidad. Por eso, una parte esencial del proyecto es la colaboración activa con la Red PDA, una comunidad viva formada por más de 200 entidades comprometidas con la protección de la infancia y la adolescencia.

Trabajar en red permite escuchar voces diversas, recoger experiencias del territorio, detectar necesidades reales y validar las herramientas que creamos desde la práctica. Esta inteligencia colectiva enriquece a los materiales y asegura que sean rigurosos, aplicables y arraigados a la realidad social.

Además, la colaboración con la Red PDA garantiza una difusión más amplia y significativa, llegando a escuelas, municipios, profesionales y familias de todo el país. No se trata sólo de crear recursos, sino de hacerlo con sentido, con arraigo y con impacto compartido. Porque cuando sumamos esfuerzos, la protección es más fuerte y la transformación más real.

Uno de los primeros recursos generados ha sido la guía publicada con motivo del día 2 de mayo de 2025, Día Internacional del Bullying realizado en colaboración con Twinkl (entidad adherida). El documento ha sido cocreado con la participación, además de PDA Bullying, de la Fundación IR y ASCBYC.

También, existen otros formatos nacidos de estas colaboraciones como son el programa especial del SX3 "borramos el bullying", en colaboración con la CCMA (entidad adherida). Plataforma PDA Bullying contribuimos con conocimiento experto, propuestas prácticas y una mirada transformadora basada en la evidencia. Este tipo de colaboraciones amplifican el impacto de los mensajes, ayudan a sensibilizar a toda la sociedad y refuerzan el objetivo central de CienciaEscudo: hacer llegar la ciencia que cuida allá donde más se necesita.

También, como parte de la apuesta por la comunicación emocional y transformadora, el proyecto CiènciaEscut también ha colaborado con iniciativas artísticas que hacen llegar el mensaje de superación de la violencia de forma directa y sensible. Un ejemplo de esta línea es la participación en el cortometraje Ni un día más de Carlos Puig Mundó, que incorpora la canción original del mismo título como recurso musical que conecta, conmueve e inspira. Esta pieza forma parte de la serie de contenidos multimedia del proyecto, y ejemplifica cómo la ciencia, el arte y la emoción pueden unirse para crear un escudo colectivo frente al bullying.